Día de Navidad. Me levanto pronto. Salgo a la calle. Ha nevado. Voy al parque a dar un paseo. Estoy ahí, tumbada en la nieve y me llamas. Te apetece dar una vuelta, y jugar con la nieve como dos niños pequeñitos. Acudes al parque, estoy esperándote. Sólo se me ven los ojos. Aunque tú no lo ves, estoy sonriendo. Me encanta la nieve. Y mucho más tú. Empezamos a andar, muy juntitos. Hace mucho frío. Llegamos a un rincón lleno de nieve. Toda para nosotros, ya que no hay nadie más. Nos tiramos bolas de nieve, hacemos un muñequito... Al terminarlo nos damos un abrazo. Se está tan bien entre tus brazos... Nos miramos. Te sonrío. Tú miras el muñeco de nieve y comentas lo bien que nos ha quedado, que parece real. Yo te cojo la mano y te digo que te quiero. Tú abres la boca para decir algo y... Meeeeeec!!!!! La clase ha acabado. Estaba soñando despierta otra vez.